Una persona que tiene su autoestima en óptimas condiciones no tiene ni siente la necesidad de menospreciar a otras personas por más que piense que estén equivocados en algún tema. Es muy común encontrar gente cuyo método para brillar en sociedad consiste en disminuir o intentar disminuir la luz de los demás. Esto no es más que signo de desconfianza con uno mismo, de poca autoestima y un complejo que puede llevar a destruir nuestras relaciones. Muchas personas hacen esto de manera inconsciente, porque en el fondo han programado sus sentimientos y pensamientos para actuar de esta manera sin saberlo.
Muchas veces las situaciones de la vida puede que nos lleven a tener esta actitud, aunque nosotros no lo querramos. Por eso si descubres en algún momento que has tenido este tipo de actitud, no te sientas mal. No actúas así por ser una mala persona, sino por inseguridad propia de poder conseguir tus objetivos propios.
Es importante que seas consciente de tu valor como persona y descubras el valor de los demás. Todos tenemos disntintos tipos de inteligencia, con lo cual todos podemos destacarnos de alguna u otra manera. No es que destacarse en sociedad sea la meta principal de nuestra vida, muy lejos de la realidad sería pensarlo de este modo. Lo ideal es desarrollarnos NOSOTROS mismos, sin importar si la sociedad reconoce de manera magnánima nuestro esfuerzo. Porque en definitiva, lo que hacemos cuando vivimos es tomar decisiones y disfrutar de nuestras ocasiones.
Por ende, en vez de disminuir la luz de los demás, favorezcamos a que ellas brillen más fuerte incluso. Ayudemos, y en la ayuda nos descubriremos a nosotros mismos. Nos enriqueceremos de nuestro entorno y brillaremos aún más fuerte que antes.
Lecturas para la autoestima
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