Autoestima, Ansiedad e impotencia eréctil

Hoy voy a hablar de un tema que llega y se ve mucho en los consultorios, pero que en realidad no todo hombre está dispuesto a reconocer. La disfunción eréctil no es algo nuevo, no es algo raro y no es nada de lo que una persona deba avergonzarse. ¿Por qué digo esto? Porque muchas veces no es fácil para un varón reconocer que de algún modo pueda tener problemas con el desempeño sexual. La sexualidad muchas veces es un gran pilar en el autoestima masculino y por ende, si todo no 'funciona con normalidad' la persona puede entrar en un proceso depresivo que disminuye su apetito sexual dificultando aún más la situación.

¿Debo sentir algún tipo de vergüenza por consultar sobre impotencia sexual?


No, para nada. En los consultorios médicos pasan miles de personas con problemas de todo tipo y la disfunción eréctil es de lo más común. Además, generalmente este tipo de problema es pasajero o momentáneo o coincide con algún tipo particular de situación, por lo general problemas en el matrimonio, problemas laborales, situación económica, depresión previa, enfermedad de base, etc. Por lo tanto, consultar por este motivo es normal y común.

impotencia sexual y autoestima

 ¿Es importante hacer una consulta?


Es lo recomendable. Anteriormente cuando este tema era aún más tabú, se lo relacionaba con problemas superfluos, banales o de poca importancia. Pero hoy en día, con una visión más humanista de la vida, se sabe que una persona puede sufrir realmente con este tipo de problema. Como dije antes la sexualidad es una gran parte de nuestros pilares de la autoestima e incluso de la personalidad, por lo tanto cualquier cosa que atente contra este tipo de pilares puede afectar la salud en su totalidad.

¿Qué relación hay con mis niveles de estrés?


La impotencia sexual tiende a tener una causa meramente psicológica, pero no es la única causa. Por este motivo es que se recomienda siempre consultar con el médico. No todo es estrés, baja líbido o pasar un mal momento económico, a veces también pueden estar implicadas enfermedades de base, lo cual nos obliga a recomendar la visita al médico. Nunca tomes la información que obtienes de internet como algo absoluto (esto tampoco) puesto que ni este artículo ni ningún otro artículo en internet puede suplantar una correcta visita al médico.

Pero bajo reglas generales puedo decirte sin entrar en detalles fisiológicos, que la excitación sexual tiene un gran componente neurológico. Todos los estímulos que recibimos se traducen en una señal que termina por incrementar los niveles de flujo sanguíneo hacia el órgano sexual. De tal manera que comienza la erección y se mantiene en el tiempo.

Cuando una situación estresante, fuera de lo común o que simplemente nos preocupa aparece en nuestra vida cotidiana o en un momento en particular, el cerebro y el sistema nervioso "cambia" su perfil (por decirlo de alguna manera) a otro que tiende al escape, a la huida o a reservar toda nuestra atención y energía en evitar aquello que "parece un peligro".

Al cambiar este perfil a uno que nos permita responder a ese 'estrés' todas las señales que se le daba al flujo sanguíneo para la erección quedan abolidas o se hacen de manera infructuosa. Esto también puede ser causado por fármacos y enfermedades de base así que ¡ cuidado ! No dejemos de visitar al médico para que lo determine.


impotencia sexual y autoestima

¿Puedo tratar de evitar los niveles de ansiedad para mejorar el rendimiento sexual?


Sí, de hecho va a ser necesario. Puedes optar por terapia, liberación de endorfinas gracias al ejercicio físico, meditación, liberación de tensiones, manejo del estrés. Etc. Y paralelamente descartar cualquier tipo de patología yendo a consulta médica. Ambos procesos te ayudarán mucho.


¿Existen factores físicos específicos que puedan estar relacionado con esto?


Sí, la hipertensión arterial, tabaquismo, vida sedentaria, altos niveles de colesterol, obesidad, consumo de alcohol, diabetes, daño neuronal, problemas cardiovasculares, niveles de hormona masculina, síndrome metabólico, algunos tipo de cáncer (no te vuelvas hipocondríaco con ello, es solo una causa entre miles), interacciones con otros medicamentos, entre otros son factores que pueden llegar a afectar tu rendimiento.

¿Qué puedo hacer?


Primero, ir al médico clínico. Segundo, paralelamente optar por una visita a un psicólogo, liberar estrés, realizar ejercicio físico, manejo de la ansiedad para canalizar nuestras emociones.

¿Sirven estas hierbas como ginseng para ayudar contra la impotencia?


No se ha demostrado científicamente que evite concretamente en estos casos. Pero eso no quiere decir que no ayude con el proceso. Muchas veces, la gente busca la solución en una sola cosa cuando quizá la mejor opción es realizar un conjunto de actividades y no solo una. Es decir, no solo hacer ejercicio físico para liberar el estrés sino que en paralelo también se visite al médico y si se quiere probar otras cosas como ginseng y demás, que lo haga.

De todos modos, antes de probar cualquier remedio, suplemento dietario o hierba, recomendamos siempre consultar con el médico primero. Uno nunca sabe qué tipo de interacción puede realizar lo que tomamos con nuestro cuerpo. Y es mejor prevenir.

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¿Cómo afecta mi autoestima en el desempeño sexual y viceversa?


Como dije antes la sexualidad es un pilar en nuestra autoestima y personalidad. Porque es parte de nosotros y algo que trasciende muchas veces nuestro ser. Una persona con autoestima sana, tiende a disminuir su nivel de estrés y raras veces sufre depresión clínica. Por lo tanto, por efecto de causa consecuencia, en una persona con una sana autoestima es raro que sufra de problemas de erección de causa psicológica.

Sin embargo cuando vemos el caso al revés, una persona sí puede resentir su autoestima a partir de una disfunción eréctil. Todo depende de cómo se tome el asunto desde lo personal. A veces muchos hombres lo sienten como un atentado a su masculinidad, y eso los lleva a un proceso depresivo que culmina dañando su autoestima. Es importante entonces que el proceso sea revisado por un médico y por un profesional en el ámbito de la salud psicológica. Entre ambos pueden ayudar a la persona.

Es importante destacar que esto es un problema común quizá mucho más de lo que se cree y que no daña la masculinidad del hombre. Simplemente, al ser en su mayoría un tema relacionado con el estado emocional y estrés del ambiente, muchas personas pueden sufrirlo aunque sea de manera pasajera.

25 cosas que todos alguna vez hacemos o hicimos



Tenemos más cosas en común de lo que pensamos, muchas veces hemos hablado sobre la empatía, esa cualidad por la cual podemos ponernos en los zapatos de otra persona y entender los sentimientos que pasan por su cabeza ante determinadas situaciones.

Aquí hay una lista entre lo curioso, lo humorístico y lo común con los que quizá logres identificar algunas situaciones que nos son comunes a muchas personas. Fíjate si alguna de estas cosas te identifican, son cosas que todos hacemos pero que no siempre decimos:

  1. Sacar el celular, mirarlo y poner cara de concentrados cuando estamos en un lugar con gente desconocida.
  2. Preguntar "¿Qué?" a una persona cuando termina de hablarnos aunque escuchamos lo que dijo.
  3. Tener conversaciones en nuestra mente con nosotros mismos.
  4. Abrir la carpeta de enviados en la casilla del mail, para "ver cómo quedó" el mail que acabamos de enviar. (aunque ya lo hayamos leído antes de mandarlo)
  5. No pisar la linea de las baldozas en la acera
  6. Sacar el celular para ver la hora y terminar leyendo otra cosa. Guardarlo. Y volver a sacarlo para ver (ahora sí) la hora.
  7. Contestar "sí" cuando alguien nos pregunta algo pero no escuchamos, solo porque la entonación nos pareció que merecía un "sí"
  8. Bajar la música del estéreo del auto porque nos detuvimos a buscar una dirección.
  9. Decir "aaaay!" cuando nos golpeamos, aunque no nos duela
  10. Rearmar y remodelar la discusión que tuvimos con alguien, generalmente ocurriéndosenos mejores frases que podríamos haber dicho
  11. Imaginar escenas en la mente aunque nunca vayan a pasar en la vida real
  12. Armar un plan de escape en caso de que alguien entre a robar a nuestra casa
  13. Cantar e imaginar ser el cantante de la canción que estás escuchando
  14. Imaginar dar una entrevista o un discurso siendo una celebridad
  15. Bajar la mirada cuando se cruza con la de alguien más
  16. Sentir que nos miran cuando estamos de espaldas a una ventana
  17. Simular mirar una vitrina cuando en realidad estamos viendo nuestro reflejo
  18. Decir el abecedario para saber dónde tenemos que buscar la letra en el diccionario
  19. Usar el smartphone en el cuarto de baño
  20. Ser cantantes, cuando nos duchamos
  21. Olvidarse aquello que íbamos a decir a pesar de repetirlo en la mente
  22. Ir por la calle, ver que pasamos de largo la altura que buscamos y hacer gestos que simulen que nos olvidamos algo para justificar que volvemos
  23. Caminar más rápido que la persona que va al lado nuestro en la acera, ir al lado y al mismo paso es tan incómodo !
  24. Imaginar una escena en la que salvamos muchas vidas y somos proclamados héroes
  25. Imaginar que morimos y la reacción de la gente

Tratar de igual a igual

Una persona que tiene su autoestima en óptimas condiciones no tiene ni siente la necesidad de menospreciar a otras personas por más que piense que estén equivocados en algún tema. Es muy común encontrar gente cuyo método para brillar en sociedad consiste en disminuir o intentar disminuir la luz de los demás. Esto no es más que signo de desconfianza con uno mismo, de poca autoestima y un complejo que puede llevar a destruir nuestras relaciones. Muchas personas hacen esto de manera inconsciente, porque en el fondo han programado sus sentimientos y pensamientos para actuar de esta manera sin saberlo.

Muchas veces las situaciones de la vida puede que nos lleven a tener esta actitud, aunque nosotros no lo querramos. Por eso si descubres en algún momento que has tenido este tipo de actitud, no te sientas mal. No actúas así por ser una mala persona, sino por inseguridad propia de poder conseguir tus objetivos propios.

Es importante que seas consciente de tu valor como persona y descubras el valor de los demás. Todos tenemos disntintos tipos de inteligencia, con lo cual todos podemos destacarnos de alguna u otra manera. No es que destacarse en sociedad sea la meta principal de nuestra vida, muy lejos de la realidad sería pensarlo de este modo. Lo ideal es desarrollarnos NOSOTROS mismos, sin importar si la sociedad reconoce de manera magnánima nuestro esfuerzo. Porque en definitiva, lo que hacemos cuando vivimos es tomar decisiones y disfrutar de nuestras ocasiones.

Por ende, en vez de disminuir la luz de los demás, favorezcamos a que ellas brillen más fuerte incluso. Ayudemos, y en la ayuda nos descubriremos a nosotros mismos. Nos enriqueceremos de nuestro entorno y brillaremos aún más fuerte que antes.

El amor no se mendiga

Un concepto central. El amor no se pide, el amor no se busca, el amor se da incondicionalmente, llega sin buscarlo y se  entrega. No cambies por amor, no cambies tu persona porque alguien te lo pide. Si tu pareja te pide que cambies en algún u otro aspecto primero analiza por qué te lo ha pedido. Si es un consejo o si es una imposición.

En muchos casos podemos estar equivocados al obrar de una u otra manera. Y mucha gente puede que se nos acerque a decirnos que lo que hacemos no está bien, o no nos hace bien. Y aquí depende mucho la forma en que te lo hacen saber. Una persona que te quiere y te respeta no vendrá de manera prepotente  a exigirte un cambio. Una persona que te quiere y se preocupa por ti, primero te avisará que algo no está cuadrando, que algo parece fuera de lugar,que algo no está bien. Pero nunca te exigirá un cambio bajo amenazas.

Una persona que te quiere y te respeta simplemente te hará saber que él no está de acuerdo con algo que hagas. Pero no tratará de herirte ni de denigrarte. Y no confundamos aquellos momentos en el cual una pelea puede hacer olvidarnos de los buenos modales, y en el que las cosas se dicen a veces de manera intempestiva. Generalmente luego de esos momentos viene un momento de reconciliación y son siempre situaciones aisladas. Si el patrón se repite de manera seguida, entonces nuestro sistema de alerta debe empezar a actuar.

Cuando una persona con la que tenemos una relación no puede pasar tiempo con nosotros porque está ocupada, entonces no es bueno presionarla. Porque no podemos obligar a alguien a dejar sus obligaciones para que pase su tiempo con nosotros. Sin embargo, si esta situación se prolonga por meses, entonces aquí también nuestro sistema de alerta debe comenzar a actuar. No se puede obligar a una persona a tener ganas de pasar tiempo con nosotros, pero tampoco podemos estar desplazados mucho tiempo. En un período de 6 meses, siempre existen oportunidades para estar juntos.

Pero cuidado, siempre hay que ser precavidos. Porque muchas veces nosotros también estamos en situaciones en las que tenemos demasiadas acciones por realizar y nuestro tiempo es apretado. Pero estamos en la era de la electrónica. Siempre podemos enviar un mensaje, hacer una llamada, mandar un mensaje de voz, preguntar como está, como va el día, etc. Sin ser cargosos ni dependientes.

La clave siempre está en que todo tiene su justa medida, ni más ni menos. Las relaciones sanas implica confianza, afecto pero también su cuota de independencia.

Enamorándome de mi

Me amo. Me amo. Me amo. Bueno, sí, suena extraño. Pero es que nos amamos, mi psiquis, mi espíritu, mi persona. Y es que para la mayoría de la gente todos aquellos temas por los que vivimos, sentimos, interpretamos la realidad, o simplemente por los que nos interesamos están conectados de alguna manera con nuestra persona, nuestro Yo, o mínimamente con cosas que nos involucran o afectan de manera individual. Si una madre con su hijo nos enternece es porque hay algo de esa imagen que evoca a nuestras experiencias, nuestro Yo, nuestro sentir, nuestra forma de ver la vida, etc. etc. etc. Podríamos decir que vivimos interpretando y prestando nuestra atención a aquellas cosas de la vida que de alguna manera nos identifican o involucran.

Entonces, no es raro que nuestro camino por la vida esté lleno de intentos por parte de nosotros mismos de conocernos, de entendernos, de saber quiénes somos. La identidad es un pilar fundamental en nuestro psiquis. Pensemos entonces en aquellas personas que visitan profesionales e incluso gurús o pastores espirituales, con el fin de conocer o terminar de entender aspectos de la vida que quizá les son problemáticos o que simplemente no se comprenden. 

Y no nos engañemos, todos en algún momento no entendemos algunas actitudes tomadas por nosotros mismos, a veces incluso nos arrepentimos de haber actuado de una manera y luego de un tiempo, a pesar de haber prometido y jurado no volver a hacerlo, nos vemos una vez más envueltos en la misma escena. Tranquilo, tengo buenas noticias, es normal y no estás loco ni eres una mala persona. ¡ Simplemente estás en un patrón de conducta causada por factores de los que probablemente no seas consciente ! Y la segunda buena noticia es que los patrones se pueden modificar con nuevos hábitos.

Lo importante de todo esto, es que cuanto más avanzamos en nuestro conocimiento de nuestro Yo, más podemos encantarnos con nosotros mismos o bien poner manos a la obra, como el escultor que previo a realizar su obra toma una imagen general del objeto que va a esculpir. Podemos así modificar aquellos hábitos poco saludables y cambiarlos por otros mejores, que a su vez nos van a conducir a nuevas experiencias, puesto que es la analogía de abrir una puerta hacia nuevos caminos.

Mis preguntas para ti hoy son : ¿Qué tanto te conoces? ¿Cuál es tu música favorita? ¿Qué canción te hace sacar una sonrisa o simplemente quieres volver a escuchar mil veces? ¿Qué color te gusta más? ¿Cuál comida te parece más sabrosa? ¿Tienes alguna meta personal en tu vida? ¿Qué ambiciones tienes? ¿Has llorado últimamente? ¿Has reído? ¿Te quieres? ¿Te gustaría quererte?

Háblate a ti mismo sobre estas preguntas, preséntate verbalmente como si lo estuvieras haciéndo a un total desconocido. Incluso puedes escribirlo o grabarlo. Pero presta atención luego a qué cosas son las que primero se te han venido a la cabeza, cómo te describes y qué palabras utilizas. Con estas características que tú te des, vas a encontrar aquellos puntos principales donde tu atención está puesta sobre ti mismo.

De esta manera empezamos a abrir puertas y podemos incluso ir indagando más y más. A veces nos centramos más en las cosas que nos disgustan de nosotros mismos y no nos centramos (o incluso hasta ni mencionamos) nuestras valiosas aptitudes, características positivas.

Mi ejercicio para hoy será entonces, describirte. Descríbete y preséntate a ti mismo y escúchate. Escúchate cómo te describes y presta atención al nivel de exigencia con la cual puedas estar hablando. Pregúntate a su vez, si de la misma manera que lo has hecho contigo presentarías un amigo a otra persona y pregúntate el por qué.

Conceptos básicos: Aprendizaje definición

Si te preguntara ahora ¿Qué entiendes por aprendizaje? ¿Qué me dirías? Piensa la respuesta...
La mayoría de las personas suele igualar el término aprendizaje por el de 'estudiar', e incluso es probable que se imaginen un niño sentado realizando sus deberes sobre una mesa. Sin embargo desde la psicología, el término tiene un significado un poco más profundo.

Si hablamos sobre definiciones, deberíamos decir que se trata de un proceso, una vía, un camino mediante el cual nuestra conducta sufre un cambio permanente causado por la práctica o experiencia.

Y esto, lo vemos desde esta perspectiva, incluye también a ese niño que muchos imaginan estudiando. ¿Por qué? Porque el niño mediante su "práctica" está adquiriendo conocimiento, que permanecerá en él y modificará su conducta. Por ejemplo, si el niño antes no sabía sumar. Ahora cada vez que vea una suma puede realizarla, es decir su conducta se ha modificado.

Pero no nos quedemos solo en lo académico. Pensemos también todo el aprendizaje que hay durante nuestra vida. ¿Sabes encender un fósforo? Entonces ha habido aprendizaje. ¿Sabes utilizar el jabón para lavarte las manos? Entonces ha habido aprendizaje. ¿Te lavas las manos antes de comer para evitar tocar la comida con manos sucias? Entonces ha habido aprendizaje. Etc.

Pero no todo es tan sencillo. Hay diversos tipos de aprendizaje, nosotros nos centraremos principalmente en:

  1. Condicionamiento
  2. Aprendizaje cognitivo

    Cultivar la alegría

    La vida puede ser por momentos difícil y por tal motivo siempre es mejor cultivar a lo largo de la vida la aptitud para poder disfrutarla con todas sus facetas. Estas actitudes, de optimismo y alegría promueven la construcción de la autoestima, reforzando nuestra confianza en nuestras habilidades y llevándonos a explorar nuevos horizontes desconocidos (nuevas aventuras, nuevas acciones, conocer gente nueva, conocer lugares a los que nunca hemos ido, etc.)

    Además, hacerse un lugar durante nuestro tiempo para aprender a desarrollar la habilidad de disfrutar de la vida, es también una forma de cuidarse a sí mismo. Tanto como lo es ir al médico para el chequeo anual. Después de todo, tanto la autoestima como la felicidad en nuestras vidas, tienen una conexión real, ya que en cierta forma son complementarias.

    Vamos a tratar de diferenciar lo que es el placer de lo que es la alegría. El placer es algo físico o espiritual que genera una sensación de bienestar momentáneo, mientras que la alegría es un sentimiento más duradero, que se puede expresar por distintos medios.



    Podríamos verlas como si el placer es algo que viene desde el exterior hacia nuestro interior y la alegría, algo que brota desde nuestro interior (causada por situaciones que pueden ser desde el exterior o desde el interior), es decir el placer es una de las cosas que pueden causar alegría. Ambas son de tiempo finito.

    La felicidad la diferenciamos de la alegría, por ser un sentimiento aún más duradero. Por ejemplo, una persona puede ser feliz y no estar alegre en ese momento. Esto nos lleva a derribar ciertas creencias que se gestan en la sociedad para definir a la felicidad o los métodos que se piensan efectivos para conseguirla.

    La sociedad generalmente nos impone reglas, algunas fundadas y otras por tradición. Lo cierto es que sin las reglas nuestras vidas e interacción social serían un caos. Por tal motivo no vamos a renegar de ellas. Pero sí vamos a rever algunos puntos o creencias. Como por ejemplo, la idea que "un adulto debe comportarse de una forma determinada y seria para demostrar madurez".

    ¿Un adulto no puede jugar? ¿A caso solo los niños pueden jugar?

    ¿Automáticamente cuando crecemos debemos reemplazar toda nuestras ganas de columpiarnos y reír abiertamente por otras como tomar café y tocar el claxon al otro conductor sin olvidar de fruncir el entrecejo y ocasionalmente elevar el dedo del medio?

    Jugar no es sinónimo de inmadurez, podemos encontrar el placer del juego y junto con él compartir un grato momento con otras personas. Ok, quizá no haremos un grupo de amigos para ir a columpiarnos todos los martes a la plaza más cercana, pero aún así, nadie nos prohíbe que si nos gustan las hamacas podamos darnos el gusto de usarlas. Tampoco nos prohíben correr, tirarse en el césped a inventarle formas a las nubes, saltar, jugar, hacer un poco de monerías sin molestar a nadie.



    ¿Debo ser rico para ser feliz? ¿Solo podré disfrutar de la vida si tengo dinero?

    El dinero es una parte importante de la vida, porque con él nuestro mundo se organiza. Pero definitivamente no es la fuente de la felicidad. Sobran películas de Hollywood basadas en historias inspiradoras reales para ver ejemplos de ello por horas. Es cierto que si no tenemos nuestras necesidades básicas satisfechas, entonces nuestra felicidad tiende (y léase bien "tiende") a estar minada o amenazada. No quiere decir que una persona por debajo de la línea de pobreza no pueda descubrir su felicidad. Pero aún así, si nosotros podemos sustentar nuestra vida de manera medianamente suficiente (aunque lleguemos corriendo con nuestro salario a fin de mes), entonces debemos saber que a partir de esa línea, mayores montos de dinero en nuestras cuentas no es proporcional a nuestra felicidad.

    La felicidad en nuestras acciones, se reflejan más en actividades donde nosotros podemos ser parte de ella, donde estamos activamente involucrados. Donde podemos ser nosotros. Y estas cosas no requieren de dinero, en su mayor parte. Quizá ver la televisión no es el mejor ejemplo porque no estamos participando, pero verla en familia un sábado por la noche todos en la misma habitación y con una comida, compartiendo las risas e interaccionando cada tanto, créanme, son memorias que volverán en un futuro como recuerdos gratos.

    También leer un libro, como ejemplo de actividad unipersonal, nos llena el alma y nos hace partícipes de la historia. Ejemplos de actividades que nos llenan, que nos sean significativas, sobran.
    Lo importante de todo esto es que no se requiere gran caudal de dinero para disfrutarlas. Pregúntenle a una mujer anciana, cuál fue el momento más feliz de su vida y contestará con mucha probabilidad (en caso de tenerlos), "el día que me convertí en madre".