Actitudes para el autoestima: Generosidad

A pesar de ser una de las actitudes más relevantes para el desarrollo de relaciones interpersonales, para el desarrollo de una buena convivencia, para el fluir de nuestra vida en sociedad; la generosidad se ha devaluado tanto en la cultura occidental que ya no se la practica con frecuencia, quizá por la continua demanda a incorporar bienes materiales para enriquecimiento propio sin invertir casi nada en el enriquecimiento personal. Guardando el dinero bajo cuatro llaves y perdiendo la vida que va pasando por el costado.

La generosidad de los corazones genera la diferencia evidente entre el valor de una persona y el valor de lo material. También pone en evidencia el sentido del valor y no demostrar que algo vale según cuántos números luego del signo dólar posea su tasación.

De hecho, para ser generosos no hay que pensar en ser rico y otorgar dinero. Muchas veces somos generosos cuando prestamos una mano en ayudar a alguien en la calle que lleva bolsas pesadas, cuando practicamos la paciencia ante los gritos de alguien que tuvo un mal día, cuando somos corteses, cuando damos ánimo a alguien abatido, etc.

Ofrecer la presencia de uno y la acción que no sería realizada si no estuviéramos presentes, eso es ser generoso. No necesariamente regalar dinero. De hecho dar es una acción que puede enaltecer muchos corazones y almas. Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el autoestima? Tal como lo dijimos en el tema de la compasión y la empatía, estamos reconociendo en el otro su esencia. Queremos ayudar porque proyectamos en los otros nuestra propia existencia y podemos entender cómo nos sentiríamos nosotros mismos frente a una determinada situación. Además, recibir ayuda generalmente es motivo de alegría y nos hace sentir conectados, acompañados. Nos ayuda entonces a generar vínculos que están basados en reconocer la esencia del otro y eso nos genera felicidad.

Hagamos el ejercicio de cerrar los ojos por un momento e identificar 3 momentos en los que fuimos generosos esta semana, y nuestros sentimientos que rodearon a tal situación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario