Reconociendo distorsiones cognitivas: pensamiento catastrófico

El negativismo, la catastrofización, la negación son distintas maneras de magnificar o minimizar algún evento o característica. Es muy común catastrofizar en personas ansiosas, donde la ansiedad de algo que va acontecer por más inocente que sea, lleva a pensar que pueda atraer una gran catástrofe.
La persona tiende a especular o imaginar que algo se da de tal manera porque en su mente, puede haber ocurrido o podría ocurrir una gran catástrofe.

Otras personas toman algo que es tan solo incómodo y que puede ser algo tan común como pasar vergüenza en público o fallar en algo y a partir de ello, siente esa situación como algo intolerablemente doloroso y devastador.

Es muy común en personas que tienen un fuerte miedo escénico. Suelen sentir o pensar que nunca pueden ponerse frente a un público porque sentirían que las piernas tiemblan o que la voz se entrecorta o bien que se olvidaría todo el discurso. Sienten miedo, en realidad del rechazo. Una persona con un sano autoestima, no sentiría esto a nivel catastrófico. Pero cuidado ! tener un buen autoestima no quiere decir que no sentiría nervios de salir a dar un discurso en público.

Los nervios por hablar ante una multitud, no es algo malo, es normal. Porque todos queremos que las cosas salgan bien y más si hay mucha gente mirando lo que hacemos. Pero hay una gran diferencia en estar nervioso / atento / adrenalínico ante esta situación comparando con la situación del que espera la catástrofe, el cual se paraliza, no quiere hacerlo y puede buscar cualquier excusa con tal de no enfrentar la situación.

Siendo sinceros, ¿Creen que los cantantes no sienten esa adrenalina que todos sentimos cuando vamos a enfrentarnos a un público? Por supuesto que sí ! , solo que ya lo han hecho parte de su vida y están más acostumbrados. De hecho, por lo general, una vez que empieza la función los nervios se difuminan luego de un rato.

Por para evitar estas situaciones podemos pensar, "es cierto, no me gusta esta situación. Pero a pesar de ello SI puedo afrontarla. Y SÍ soy capaz de sobrellevarla" Todo lo que empieza finaliza en algún momento así que no tengo por qué temer. Con esto, aprendemos que si bien hay situaciones desagradables, podemos afrontarlas sin que el miedo nos paralice, sin necesidad de correr de ellas. Simplemente aceptar lo que nos toca y darnos cuenta que en realidad, "ese miedo" estaba siendo exagerado.


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