Pensamientos centrales

De lo concerniente a terapia cognitiva pudimos aprender que una buena forma de enfrentar nuestros problemas es primeramente reconocer cuáles son nuestros pensamientos negativos que desarrollamos de manera automática para luego poder reemplazarlos con otros más amables o constructivos. Esto lo hacemos para disminuir la severidad con la que nos golpean las emociones generadas por estos pensamientos. Veamos la siguiente situación:

- Tenemos que asistir a una fiesta donde habrá mucha gente que no conocemos.

Pensamiento negativo automático: "No voy a ir. La gente me va a juzgar porque estoy gorda"

Pensamiento suplente: "Tengo nervios, sí. Pero no conozco a esta gente y si no la conozco no puedo saber cómo actúan. Y si no me caen bien o me tratan mal, es gente que no conozco. ¿Por qué habría de molestarme tanto?"

Pero más allá de la situación en particular, y del reemplazo del pensamiento, existe aquí algo más profundo.

¿Recuerdas cuando hablamos sobre la meditación y la manera en la que podemos ver cómo fluyen los pensamientos sin hacernos parte de ellos?; ¿Recuerdas que decíamos que podíamos aceptarlos, en el sentido de saber que existen, no negarlos sino ser conscientes que están ahí?; ¿Recuerdas que dijimos que con esa actitud abierta podríamos ver todo tipo de pensamiento que tengamos (bueno o malo) y formar una especie de mapa mental sobre nuestras creencias?



Bueno, en este caso, podemos decir que cuando reemplazamos el pensamiento hicimos una pregunta. "¿Por qué habría de molestarme tanto?". Este tipo de preguntas, casi retóricas, en realidad están destinadas a ser contestadas por nosotros mismos. Porque, si observamos bien, la respuesta sería algo así como la raíz del problema. Es decir, sería la verdadera causa por la cual no queremos asistir a la fiesta.

A este tipo de pensamiento más profundo lo llamamos "causas de las causas" o bien, "pensamientos centrales". Los pensamientos centrales muchas veces permanecen escondidos y se van manifestando con distintos síntomas:

  • "no quiero ir al colegio porque se burlan de mí"
  • "no quiero hacer deporte porque no soy bueno"
  • "no quiero ir a la fiesta porque voy a estar solo todo el tiempo"

Los ejemplos anteriores son típicos casos de síntomas de un problema más profundo. Si el chico que dice esto se pregunta "¿Por qué?" e imaginemos que responde "porque soy tonto" entonces ahí habremos encontrado un pensamiento central.

El problema no es ir a la fiesta ni estar solo, sino que el problema es creer ser tonto y que por eso lo dejarán solo.

Actuar sobre estos pensamientos centrales es de vital importancia, ya que si solucionamos ese problema, estaremos solucionando muchos síntomas que no nos dejan avanzar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario