Reconociendo distorsiones cognitivas: pensamiento despreciativo

 Imaginemos por un momento que estamos en un museo donde hay muchas pinturas de gran calidad. Sin embargo en el proceso de armar la exposición una de las 4 pinturas de la planta superior, sufrió un accidente y se dañó, rasgando una parte de la tela visible pero pequeña.

Supongamos que las pinturas todas eran de una escena similar pero de distintos personajes. ¿Cómo llamarías a la pintura para identificarla cuando quieras hablar sobre ella con un amigo que también la visitó?

Opción 1: ¿Has visto la pintura del personaje del caballo?
Opción 2: ¿Has visto la pintura rasgada?

Una persona con un pensamiento pesimista y despreciativo, se enfoca en las fallas, en lo negativo de algo y lo toma como un todo. Es decir, tiende a usar la opción 2 para describirla.
Estas personas no ven la magnífica escena que está representada con entusiasmo ni con admiración, porque esa rasgadura de la tela capta toda su atención y disminuye el valor del contexto. Y es una gran pena, porque no puede disfrutar de la obra a pesar de poder hacerlo.

Esto mismo puede pasar a nivel personal con nosotros mismos, muchas veces tendemos a ser sumamente duros con nosotros cuando nos calificamos. Incluso tendemos a ser más severos que los demás, y con cosas que quizá el resto no tiene en cuenta cuando interacciona con nosotros. Pero para nosotros es todo un tema, todo un mundo, todo un problema.

Es importante detenernos a pensar si estamos siendo demasiado severos con nosotros mismos, porque de verdad que no merecemos hacerlo. Primeramente es bueno pensar en caso que haya algunas cosas que no nos agraden de nosotros mismos, y decirnos "Ok, esto no me agrada mucho. pero en el medio de todo esto, ¿Qué cosas sí me agradan de mí?"

Porque muchas personas tienden a centrarse en lo malo que ven en sí mismas y olvidan lo bueno, a tal punto que dejan de progresar estancados en su mirada severa contra un punto de su personalidad, cuerpos u otra esfera personal.

Es una buena idea, empezar a ver la escena completa del caballo y no solo la rasgadura, que en efecto, también sirve como rasgo para identificarla y eso no es malo. Con esto queremos decir, que muchas cosas que a veces vemos como defectos, son en realidad rasgos que podemos hacer nuestros aliados. Ejemplo. Generalmente cuando uno dice que tiene un lunar, no lo relaciona con algo positivo. Al menos es algo neutral. Pero sin embargo, muchas veces hemos visto en los dibujos animados que a la mujer bonita generalmente le ponen un lunar al costado de los labios. ¿Y esto por qué es? Bueno, la rasgadura de la pintura sirvió para darle personalidad y fue transformada en una aliada y no en un problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario